sábado, 27 de febrero de 2016

Gátova-Pico del águila

Ruta bondadosa en todo los sentidos hasta que ha llegado el final, llegando las fechas que están por venir en estos lares, se podría decir que ha sido como una mascletà, unos inicios tranquilos, una zona central que ha mantenido el interés y una zona final en la que los petardos han aumentado su volumen hasta llegar a ensordecerte.

Iniciamos nuestro periplo en Gàtova, una pequeña población situada a caballo entre la provincia de Valencia y Castellón, cerca a Segorbe y Altura, en plena sierra Calderona.


Partimos desde el pueblo por la carretera CV-25 plagada por los esforzados ciclistas de carretera hasta llegar al barranco de Gàtova, donde nuestras ruedas reciben con alegría la tierra y las piedras, es un camino ancho y de buen rodar aunque siempre pica ligeramente hacia arriba.
Seguimos rodando con alguna que otra subidita con una pendiente media del 10% hasta llegar al barranco del Paso, bordeando caminos de tierra roja y bosques menos tupidos de lo que desearíamos, con campos de olivos y almendros en flor. Al ir entre barrancos tenemos un gran resguardo que impide que el viento nos destroce una ruta plácida.
Giramos a la izquierda y cogemos un pequeño camino asfaltado que nos lleva a un merendero y al desvío que indica la cercana presencia de la cueva del murciélago que quizás visitaremos en el futuro.
Es una ruta marcada por la gran cantidad de caminos que cruzan de un lado al otro invitándonos a salirnos de la ruta marcada.
Emprendemos una subida que nos lleva a un cruce de tres caminos, donde paramos para poder apreciar el paisaje que nos rodea y nos ha empezado a caer unas ligera gotas de aguanieve.
Cogemos el camino que nos devuelve a Gàtova, no sin antes pasar por una de las enésimas fuentes con merendero que salpican el camino, ya de nuevo en el barranco de Gàtova, allí paramos para poder coger algo de fuerza.

Queda por subir un repecho corto pero intenso con una zona de pendientes cercanas al 22%, es ahora cuando emprendemos una bajada de cerca de 3 km., la llamo bajada por no llamarla bajadón, llena de pequeños toboganes que nos hacen saltar por el aire y nos encaminan hacia la CV-25 de nuevo y nos devuelve a Gàtova, que se encuentra en fiestas y nos ameniza la marcha con música de guateque.
Si hubiésemos dejado aquí la ruta, nos habría salido una paseo de cerca de 24 km, tendríamos un sabor de boca dulce y las piernas pidiendo un poco más de marcha, pero mi compañero de penurias Nacho, me ha comentado que nos quedaba una pequeña subida hasta un mirador desde donde tendríamos unas buenas vistas.
Me he dejado ir y hemos emprendido la subida hacia lo que aún no sabía pero era el famoso pico del águila, que había leído sobre sus bondades hace tiempo, así que empezamos a subir por la carretera monte rodeno girando hacia la derecha por el polígono 2 y de nuevo a la izquierda por el polígono 1, es aquí cuando nuestro pedalear languidece y empiezo a caerme amigo de las hormigas y caracoles que habitan por el camino, empieza a ascender la pendiente en el GPS hasta un 19% y a mantenerse con ligeras subidas y bajadas de perfil.
Camino asfaltado rojo con algunos tramos bondadosos de tierra encaminan nuestras pedaladas hacia lo que parece ser una tortura hecha camino

Han habido momentos de duda en los que he pensado en abandonar y poner pie en tierra, pero ese grado de masoquismo que habita en todo ciclista que se precie me ha mantenido sobre mi amiga, cerca de 2 km de continua subida (por llamarlo de alguna manera) en la que el viento ha hecho acto de presencia mostrándonos los dientes y plantando una dificultad mayor en nuestro callado pedalear.
Finalmente llego a la cima, Nacho paciente, me espera y me anima desde arriba, llego y no soy capaz de ver nada, me tiro al suelo intentando recoger el pulmón que me he dejado por el camino.
Una vez recuperado, comienzo a mirar alrededor y se me olvidan todas los sufrimientos y dolores que me han llevado a la cima.

El paisaje que me ofrece resta con creces todo lo que cuesta llegar hasta allí, mi querida tierra natal (Castellón) a un ladito, llamando mi atención, por otro lado Gàtova y el valle de Lliria, el mar al fondo, tan sólo el viento molesta nuestra estancia.

Buena compañía y buenas vistas podría ser un resumen rápido para la ruta de hoy.
Emprendemos una rápida bajada y llegamos al coche con la sensación de haber vivido una bonita experiencia.

Al final hemos conseguido hacer 31,750 km con un IBP de 91.
Recomendable 100%.
Aquí link.



Powered by Wikiloc

No hay comentarios:

Publicar un comentario