Hoy tocaba empezar a recuperar el tono que hemos perdido en el parón veraniego y qué mejor manera que hacer una ruta larga y con alguna dificultad montañosa de por medio.
Partimos pronto para evitar ese sofocante calor tardío que parece que no está muy dispuesto a marchar sin dejar de dar sus últimos coletazos antes de tener que coger de nuevo las mallas larga y dejar aparcados los culotes estivales.
Quedamos en el puente de ribarroja, para acercarnos desde allí a la Rodana por la carretera que circula paralela al camino del río hasta llegar al motor de riego.
Vamos bordeando la montaña y cogemos el camí de Xest y nos dirigimos hacia el pouet tapat por el que antes era un camino muy divertido y hoy parece una autopista, en fin, el "progreso" parece que obliga a poner asfalto en lugares que no son tan necesarios...
Bajamos rápidamente lo subido y nos vamos encaminando hacia el polígono de Loriguilla que nos permitirá atravesar la A3 por debajo.
Una vez atravesada la autovía empezamos a ver con más claridad hacia donde debemos llegar...
Rodamos por caminos entre naranjos hasta alcanzar Calicanto, empezamos a subir por carretera (cuidado con los coches) hasta coger el desvío que nos dirige por camino de piedra hasta la cima de la sierra Perenchiza donde se encuentran las antenas,
Una vez recuperado el resuello y con una barrida entre pecho y espalda emprendemos una bajada bastante técnica con piedras sueltas y algún que otro escalón.Es una bajada técnica que cada uno debe hacer dentro de sus posibilidades, cuidado ya que como he comentado está llena de piedra suelta y alguna subida que te hace meter el platito para poder superarla.
La vista desde la cima en un día claro, nos permite ver a nuestra izquierda la Calderona, en frente, Valencia con el mar como horizonte, un poco más cerca El Vedat y allá a nuestra derecha L'Albufera.
Volvemos cambiando ligeramente el recorrido pasando por el polideportivo de Loriguilla y volviendo a subir de nuevo al pouet tapat y volver a coger el camí de Xest para dirigirnos de nuevo a nuestro punto de partida.
Finalmente hemos hecho lo que queríamos, coger fondo y poco a poco volver a un estado que nos permita disfrutar mucho más aún del deporte que nos gusta, la ruta no es especialmente divertida salvo algunos tramos que pondrán a prueba nuestra pericia sobre la bicicleta, pero cumple con su cometido de llevarnos a sitios y mostrarnos paisajes que de otro modo no podríamos disfrutar.
Una ruta de 51,558 km con un IBP de 44, un desnivel acumulado de 640 metros y una cota máxima de 325 metros de altura.
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