Otra vez de vuelta a las andadas (mejor dicho, pedaladas), esta vez no solo, sino en compañía, me dispongo a poner en prueba mi estado de forma física, ya que llevo bastante tiempo pedaleando en la estática y la duda de cómo me encontraré en el terreno me tenía preocupado.
En esta ocasión no voy a ir solo, me acompañan mi mentor macastriano y mi futuro guía por tierras requenenses, además de algunos amigos más.
La idea era algo distinta a la que luego resultó, aún así salimos satisfechos de la ruta realizada.
Yo empecé mi ruta por la urbanización de la Torre de Portacoeli y desde allí acudí al encuentro de los demás en el merendero, que ya estaba repleto de coches apracados y bicis esperando ser montadas por sus dueños.
Empezamos la ligera ascensión que nos conduce al desvio que reza Rebalsadors y que tantas veces he recorrido, es en ese lugar donde empieza la subida que nos obligará a poner la velocidad crucero a la que haremos el ascenso.
Charla que te charla, pedalea que te pedalea, se nos presenta la primera y única de nuestras vicisitudes en forma de pinchazo que arreglamos en tiempo récord (entre 20 y 30 horas más o menos) y continuamos hacia el desvío que nos llevará a la fuente de l'abella y a su mirador.
Desacemos el camino andado hasta el desvío y continuamos el ascenso dejando atrás, mejor dicho, abajo la cartuja y a nuestra derecha el tortuoso camino que se juntará más adelante con nosotros y que viene de la propia Cartuja
Nos acercamos ya a la font del poll y pronto nos desviamos hacia lo que será la parte más dura de la ruta, la subida a Rebalsadors, en la que se desatarán los primeros ataques para probar fuerzas y en los que los menos pesados (o más pesados según se mire), sacan unos preciosos metros al resto.
Tras las rampas más duras que según mi GPS llegan al 18% en algunos tramos nos reagrupamos y nos dirigimos hacia el nevero en el que paramos para hacer unas fotos tras bajar un senderito.
Una vez allí, decidimos si subimos o no el Tristany, desistimos por hoy y le daremos otra oportunidad en el futuro.
Reemprendemos el camino hacia el mirador de Rebalsadores donde paramos a deleitarnos de las vistas que nos ofrecen y tomamos un tente en pie .
Tras el descansillo nos dirigimos hacia el punto geodésico donde esta vez sí, me hago la foto de rigor.
Allí en la cima de en este día nuestro mundo nos encontramos con el recuerdo de las fechas en las que nos encontramos y que poco queda por que nos abandonen.
En vertiginosa bajada nos dirigimos en busca del final de nuestra ruta y tomamos el desvío que nos dirigirá hacia el camino preincipal que nos llevará a nuestro destino.
Con la sensanción del trabajo bien hecho y con la promesa de coincidir con más frecuencia, nuestros caminos se separan hasta la próxima vez...
Al final del trayecto obtenemos una ruta con un IBP de 74 y un ascenso acumulado de 1063 metros.
Track aquí.