Esta ruta la descargué de una página amiga y tras leer la descripción que se hace me he decidido a hacerla, la podéis encontrar aquí.
Si alguien tiene curiosidad y entra en el enlace verá que poco más puedo añadir a la descripción de la ruta, bueno, algo si que puedo añadir, después de setenta y tantos kilómetros, me perdí el vértice geodésico, no lo ví, se me escapó vivo y eso me da rabia, la verdad, no hay foto con el amigo blanco que nos ameniza en las cimas que voy coronando, pero bueno, es una escusa como otra cualquiera para volver.
La ruta en sí está bien, la verdad, para mi gusto demasiado asfaltada, pero lo cierto es que a lo largo del recorrido me he cruzado con muy poco tráfico, por no decir ninguno.
Durante el trayecto, me he encontrado de todo, naranjos, viñedos, bodegas, pinos y seguro que mucha más vegetación que no llego a distinguir, lo que si distingo es la varida fauna que puebla nuestra contornada, desde perdices, conejos (más de diez y en diversas partes), serpientes, mochuelos y algún rapaz que por la lejanía no he llegado a distinguir, y como no, nuestros amigos los gatos y los perros, vamos que solo, lo que se dice solo, no he estado.
El día de hoy amenazaba tormenta y así ha sido, en alguna ocasión me he refugiado en un algarrobo salvador de un aguacero que ha durado poco pero me ha mantenido fresco.
La ruta más que conclusiones me deja fotos, todas ellas forzadas ya que a medida que avanzaba el cielo se iba cerrando sobre mi cabeza.
Sobre un indicador un mochuelo me mira, seguro que piensa que los humanos estamos un poco sonados...
Un descanso antes de emprender el "ascenso" corto pero intenso, a partir de este momento es cuando empezarán las rachas de lluvia.
Al fondo Buñol:
Los toros se preparan para los días que vienen que seguro que les toca salir a correr,lo único que puedo desearles es que les respenten.
En definitiva, una ruta entretenida y que al final por la cantidad de kilómetros puede llegar a hacerse un tanto durilla, pero se puede sobrellevar.
En fin una ruta bonita, gracias al amigo bikepedal por el track que me deja 74,596 Km en las piernas, con un ascenso acumulado de 1017 metros y un IBP de 68.
El perfil de la ruta:
El track aquí.
Dedicado a las salidas que hago con la Btt por Valencia y Navarra, tracks recogidos con el GPS.
jueves, 14 de julio de 2011
miércoles, 4 de mayo de 2011
Montaña del camino de la granja de perdices
De nuevo en Navarra, con el tiempo justo (como siempre), hoy me decido a probar el nuevo camino que han hecho para que la gente del pueblo pasee, está de maravilla y me ofrece unas vistas del antiguo puente romano que no había tenido antes.
El camino es circular y antes de emprender la vuelta me desvío hacia la carretera que va a Javier, cruzando el puente que sortea el río Aragón.
Cuando llego a la granja de perdices o faisanes o lo que sea, giro hacia la izquierda, a partir de aquí empiezo a subir sin parar, lo cierto es que recordaba esta subida algo más dura, no se si será por la forma física o por los dos piños menos que tenía mi bici por aquel entonces.
Al final del camino y dejando a la izquierda panorámicas de Leyre, Yesa y la sierra de Leyre, me dejo llegar por el canto del cuco que me ha acompañado durante todo el trayecto (no es que sea un experto ornitólogo, pero creo que el cuco se distingue bien).
De repente paso de tener un estrecho camino pedregoso a tener una autopista de tierra en la que podría meter 15 BTTs en paralelo sin problemas, eso sí, hacia arriba, mirando el reloj y con la prisa de la vuelta, decido subir hasta que llego a un cruce de caminos y una muy respetable subida me invita, pero eso, será otro días, ahora toca volver y bajar todo lo subido, al final resulta una ruta corta pero intensa con un IBP de 36 con 17 kilómetros 300 metros, con la mayoría del kilometraje con porcentajes entre un 5 y un 10% y 514 metros de desnivel acumulado.
Track aquí
El camino es circular y antes de emprender la vuelta me desvío hacia la carretera que va a Javier, cruzando el puente que sortea el río Aragón.
Cuando llego a la granja de perdices o faisanes o lo que sea, giro hacia la izquierda, a partir de aquí empiezo a subir sin parar, lo cierto es que recordaba esta subida algo más dura, no se si será por la forma física o por los dos piños menos que tenía mi bici por aquel entonces.
Al final del camino y dejando a la izquierda panorámicas de Leyre, Yesa y la sierra de Leyre, me dejo llegar por el canto del cuco que me ha acompañado durante todo el trayecto (no es que sea un experto ornitólogo, pero creo que el cuco se distingue bien).
De repente paso de tener un estrecho camino pedregoso a tener una autopista de tierra en la que podría meter 15 BTTs en paralelo sin problemas, eso sí, hacia arriba, mirando el reloj y con la prisa de la vuelta, decido subir hasta que llego a un cruce de caminos y una muy respetable subida me invita, pero eso, será otro días, ahora toca volver y bajar todo lo subido, al final resulta una ruta corta pero intensa con un IBP de 36 con 17 kilómetros 300 metros, con la mayoría del kilometraje con porcentajes entre un 5 y un 10% y 514 metros de desnivel acumulado.
Track aquí
miércoles, 27 de abril de 2011
La cañada
Me he puesto en el GPS la marcha de la Canyada y me he preparado para seguirla, a los 500 metros de empezar, agua, empezamos bien, estoy tentado de dar la vuelta pero al final me decido por seguir y o cierto es que ha valido la pena.
Me dirijo a la zona del tracker por el parque fluvial y ya que ha llovido y el tiempo está raro supongo que no me encontraré con mucha gente... ¡y un jamón!, estaba a rebosar, pero la gente que pas, que no respeta ni los días de lluvia o qué.
Una vez con el tracker sobre la pista me dispongo a disfrutar de la rutilla, y digo disfrutar, ya que la primera parte de la ruta está llena de caminos, sendas, subidas, bajadas, todas sencillas, todas fáciles pero que le dan un encanto especial a esta zona.
Todo el rato voy por zonas conocidas, que las había hecho por separado pero nunca juntas, incluso llego a pasar por la Vallesa de Mandor, tras lo cual abandono la zona de pinos y hago un poco de carretera que transcurre por las calles de la Cañada y es en ese preciso momento cuando me acuerdo de la madre del sobrino del abuelo del tío guarro que ha sacado al perro que ha soltado semejante zurullo y que no se cómo ha ido a parar a mi rueda, a partir de ese momento el track empieza a cruzarse y a volverse bastante confuso por lo que tomo el camino del medio y vuelvo para casa con las ganas de hacer la famosa marcha el próximo 25 de septiembre, en fin, ya veremos....
Al final un paseo de 31 km, con un IBP de 33 y 450 metros de ascenso acumulado.
Track aquí
Me dirijo a la zona del tracker por el parque fluvial y ya que ha llovido y el tiempo está raro supongo que no me encontraré con mucha gente... ¡y un jamón!, estaba a rebosar, pero la gente que pas, que no respeta ni los días de lluvia o qué.
Una vez con el tracker sobre la pista me dispongo a disfrutar de la rutilla, y digo disfrutar, ya que la primera parte de la ruta está llena de caminos, sendas, subidas, bajadas, todas sencillas, todas fáciles pero que le dan un encanto especial a esta zona.
Todo el rato voy por zonas conocidas, que las había hecho por separado pero nunca juntas, incluso llego a pasar por la Vallesa de Mandor, tras lo cual abandono la zona de pinos y hago un poco de carretera que transcurre por las calles de la Cañada y es en ese preciso momento cuando me acuerdo de la madre del sobrino del abuelo del tío guarro que ha sacado al perro que ha soltado semejante zurullo y que no se cómo ha ido a parar a mi rueda, a partir de ese momento el track empieza a cruzarse y a volverse bastante confuso por lo que tomo el camino del medio y vuelvo para casa con las ganas de hacer la famosa marcha el próximo 25 de septiembre, en fin, ya veremos....
Al final un paseo de 31 km, con un IBP de 33 y 450 metros de ascenso acumulado.
Track aquí
viernes, 4 de febrero de 2011
Tristany- Torre de forestales
De vuelta a la Calderona, nos disponemos a subir lo que el otro día, por falta de tiempo, nos faltó, el Tristany.
La subida como siempre placentera y disfrutando de las vistas, paramos a beber de las aguas que amable nos brinda la ya conocida font del poll.
Y nos dedicamos a subir hacia el Tristany, camino que no recorría desde hace ya mucho tiempo.
Una vez subimos nos quedamos con ganas de algo más así que nos dirigimos hacia la caseta de los forestales donde me llevo la sorpresa de ver que lo han asfaltado, lo que antes era una subída dura y técnica ahora es una subida dura, sin más, le han quitado la emoción, pero no las vistas de la Calderona castellonense.
Nos disponemos a realizar la vertiginosa bajada que nos dirigirá a los coches y hay un par de llantazos por el camino que nos hacen parar a reparar a nuestras maltrechas monturas.
Así que con la promesa de volver para cabalgar por sus caminos nos despedimos de nuestra amiga la Calderona.
Al finalizar relizamos una ruta con un IBP de47 y un desnivel de 708,81 m
Track aquí
La subida como siempre placentera y disfrutando de las vistas, paramos a beber de las aguas que amable nos brinda la ya conocida font del poll.
Y nos dedicamos a subir hacia el Tristany, camino que no recorría desde hace ya mucho tiempo.
Una vez subimos nos quedamos con ganas de algo más así que nos dirigimos hacia la caseta de los forestales donde me llevo la sorpresa de ver que lo han asfaltado, lo que antes era una subída dura y técnica ahora es una subida dura, sin más, le han quitado la emoción, pero no las vistas de la Calderona castellonense.
Nos disponemos a realizar la vertiginosa bajada que nos dirigirá a los coches y hay un par de llantazos por el camino que nos hacen parar a reparar a nuestras maltrechas monturas.
Así que con la promesa de volver para cabalgar por sus caminos nos despedimos de nuestra amiga la Calderona.
Al finalizar relizamos una ruta con un IBP de47 y un desnivel de 708,81 m
Track aquí
sábado, 15 de enero de 2011
Mirador de l'abella y Rebalsadors
Otra vez de vuelta a las andadas (mejor dicho, pedaladas), esta vez no solo, sino en compañía, me dispongo a poner en prueba mi estado de forma física, ya que llevo bastante tiempo pedaleando en la estática y la duda de cómo me encontraré en el terreno me tenía preocupado.
En esta ocasión no voy a ir solo, me acompañan mi mentor macastriano y mi futuro guía por tierras requenenses, además de algunos amigos más.
La idea era algo distinta a la que luego resultó, aún así salimos satisfechos de la ruta realizada.
Yo empecé mi ruta por la urbanización de la Torre de Portacoeli y desde allí acudí al encuentro de los demás en el merendero, que ya estaba repleto de coches apracados y bicis esperando ser montadas por sus dueños.
Empezamos la ligera ascensión que nos conduce al desvio que reza Rebalsadors y que tantas veces he recorrido, es en ese lugar donde empieza la subida que nos obligará a poner la velocidad crucero a la que haremos el ascenso.
Charla que te charla, pedalea que te pedalea, se nos presenta la primera y única de nuestras vicisitudes en forma de pinchazo que arreglamos en tiempo récord (entre 20 y 30 horas más o menos) y continuamos hacia el desvío que nos llevará a la fuente de l'abella y a su mirador.
Desacemos el camino andado hasta el desvío y continuamos el ascenso dejando atrás, mejor dicho, abajo la cartuja y a nuestra derecha el tortuoso camino que se juntará más adelante con nosotros y que viene de la propia Cartuja
Nos acercamos ya a la font del poll y pronto nos desviamos hacia lo que será la parte más dura de la ruta, la subida a Rebalsadors, en la que se desatarán los primeros ataques para probar fuerzas y en los que los menos pesados (o más pesados según se mire), sacan unos preciosos metros al resto.
Tras las rampas más duras que según mi GPS llegan al 18% en algunos tramos nos reagrupamos y nos dirigimos hacia el nevero en el que paramos para hacer unas fotos tras bajar un senderito.
Una vez allí, decidimos si subimos o no el Tristany, desistimos por hoy y le daremos otra oportunidad en el futuro.
Reemprendemos el camino hacia el mirador de Rebalsadores donde paramos a deleitarnos de las vistas que nos ofrecen y tomamos un tente en pie .
Tras el descansillo nos dirigimos hacia el punto geodésico donde esta vez sí, me hago la foto de rigor.
Allí en la cima de en este día nuestro mundo nos encontramos con el recuerdo de las fechas en las que nos encontramos y que poco queda por que nos abandonen.
En vertiginosa bajada nos dirigimos en busca del final de nuestra ruta y tomamos el desvío que nos dirigirá hacia el camino preincipal que nos llevará a nuestro destino.
Con la sensanción del trabajo bien hecho y con la promesa de coincidir con más frecuencia, nuestros caminos se separan hasta la próxima vez...
Al final del trayecto obtenemos una ruta con un IBP de 74 y un ascenso acumulado de 1063 metros.
Track aquí.
En esta ocasión no voy a ir solo, me acompañan mi mentor macastriano y mi futuro guía por tierras requenenses, además de algunos amigos más.
La idea era algo distinta a la que luego resultó, aún así salimos satisfechos de la ruta realizada.
Yo empecé mi ruta por la urbanización de la Torre de Portacoeli y desde allí acudí al encuentro de los demás en el merendero, que ya estaba repleto de coches apracados y bicis esperando ser montadas por sus dueños.
Empezamos la ligera ascensión que nos conduce al desvio que reza Rebalsadors y que tantas veces he recorrido, es en ese lugar donde empieza la subida que nos obligará a poner la velocidad crucero a la que haremos el ascenso.
Charla que te charla, pedalea que te pedalea, se nos presenta la primera y única de nuestras vicisitudes en forma de pinchazo que arreglamos en tiempo récord (entre 20 y 30 horas más o menos) y continuamos hacia el desvío que nos llevará a la fuente de l'abella y a su mirador.
Desacemos el camino andado hasta el desvío y continuamos el ascenso dejando atrás, mejor dicho, abajo la cartuja y a nuestra derecha el tortuoso camino que se juntará más adelante con nosotros y que viene de la propia Cartuja
Nos acercamos ya a la font del poll y pronto nos desviamos hacia lo que será la parte más dura de la ruta, la subida a Rebalsadors, en la que se desatarán los primeros ataques para probar fuerzas y en los que los menos pesados (o más pesados según se mire), sacan unos preciosos metros al resto.
Tras las rampas más duras que según mi GPS llegan al 18% en algunos tramos nos reagrupamos y nos dirigimos hacia el nevero en el que paramos para hacer unas fotos tras bajar un senderito.
Una vez allí, decidimos si subimos o no el Tristany, desistimos por hoy y le daremos otra oportunidad en el futuro.
Reemprendemos el camino hacia el mirador de Rebalsadores donde paramos a deleitarnos de las vistas que nos ofrecen y tomamos un tente en pie .
Tras el descansillo nos dirigimos hacia el punto geodésico donde esta vez sí, me hago la foto de rigor.
Allí en la cima de en este día nuestro mundo nos encontramos con el recuerdo de las fechas en las que nos encontramos y que poco queda por que nos abandonen.
En vertiginosa bajada nos dirigimos en busca del final de nuestra ruta y tomamos el desvío que nos dirigirá hacia el camino preincipal que nos llevará a nuestro destino.
Con la sensanción del trabajo bien hecho y con la promesa de coincidir con más frecuencia, nuestros caminos se separan hasta la próxima vez...
Al final del trayecto obtenemos una ruta con un IBP de 74 y un ascenso acumulado de 1063 metros.
Track aquí.
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