miércoles, 11 de agosto de 2010

Ribarroja-Montepicaio

Ruta de recuerdos (para variar) y de retos, recuerdos porque, después de muchos años, vuelvo a recorrer el carril bici que discurre por la antigua via augusta romana que transcurría desde los pirineos hasta Cádiz, y también por volver a subir al Montepicaio, el recuerdo que me llevé aquella vez fue un tanto agridulce ya que no pude subirlo todo sobre la bici. De retos por el motivo de subir el susodicho y por los más de 100 km de la ruta.
Para esta ruta utilizo un track de los amigos de roda i pedal, aunque por problemas de descarga o de pasar de un lado al otro, a partir de El Puig me veo obligado a realizarlo sin GPS (Qué miedo), pero bueno, como preguntando se va a Roma...
Así que con cierto nerviosismo empiezo la ruta de hoy, el camino por el parque fluvial, invita a poner plato grande y tirar, lo que hace que me plante en la salida de Valencia en menos de 1 hora, parando antes en el azud daroquí a echar una fotillo.

Lo bueno de ir por el cauce del río a estas horas es que aún se puede circular sin tener que pelearte con la gente que invade la zona de carril de la bici o deja sueltos a los perros y esas cosas que pasan.

Me sorprende ver que el carril bici que transcurre por la antigua vía augusta, hoy denominado vía xurra, sigue igual que estaba hace casi 15 años, ahora sí más transitado que antes, la última vez el que me acompañaba se rompió la clavícula con un peatón que pasaba por donde no debía, desde entonces lo cierto es que los carriles bici me dan un poco de pánico.

Llego a la altura del Puig con una velocidad crucero bastante elevada (ya lo pagaré más tarde...) y desde donde estoy veo la meta de la jornada y veo también que el track me abandona a mi suerte.

Así que me ejo guiar por la intuición que pocas veces me ha fallado y llego a la altura de una urbanización Alfinach, me da por preguntar al guarda que no hace más que mandarme hacia otro lado que probablemente me lleve a la cima pero al ver a dos bikers me paro a preguntar y me indican el camino que era el que seguía antes.

Me tomo la primera barrita del día sobre la marcha y busco la subida, tras atravesar la urbanización.

La subida es de pura fuerza, los buenos 20% del inicio asfaltado me auguran lo que vendrá después, se alternan trozos de camino forestal con trozos (los más duros) de ese asfalto que rajan el líneas diagonales, es en estos tramos donde se encuentran los porcentajes más cercanos al 20%, los "descansillos" de los trozos no asfaltados oscilan entre el 7 y el 11%.
Llegado a la altura de las antenas, es cuando ya tiras de todo lo que puedes y te encaminas hacia la cruz, que parece indicar lo que te va a costar acercarte a ella y así es, cuando faltan 5 metros escasos el terreno se hace impracticable (al menos para mí) y no tengo más remedio que poner pie en tierra para hacerlos andando (¡5 metros!).

Una vez llegas, la paz, el azul del cielo se confunde con el del mar por un lado, por el otro, puedes revivir viejas batallas vividas en tierras de Sagunto y su castillo, y si te das la vuelta y miras hacia tus espaldas ves nuestra querida y recorrida sierra Calderona.

Dedico unos momentos para comer otra barrita y dar buena cuenta de la bebida isotónica y me dispongo a bajar, aquí se desata la locura, aquí te vengas de la dureza del recorrido y disfrutas de bajar lo subido.

.. Hasta que una puñetera abeja se te mete en el maiot y te pega un picotazo en el pecho, gracias al senderista que me ayudó a quitarme el aguijón porque por la zona en la que me picó no lo veía, ahora bien, sentirlo, lo sentía, gracias a Dios no soy alérgico y pude continuar con la aventura.

La ruta que pretendía seguir volvía por otro lado, pero al no tener ni idea, no he tenido más remedio que volver por el mismo sitio, es en la vía xurra donde empiezo a notar que mis piernas dejan de ser mis y pasan a ser unas piernas, pero le obligo a seguir, hasta llegar al parque de cabecera donde me desvío para para a comer con mi padre que pasaba por allí.
Con el estómago lleno y las piernas descansadas me dispongo a recorrer los 14 kilómetros que me quedan hasta casa,es el el parque fluvial donde levanto los brazos cuando llego al kilómetro 100 (nunca antes lo había hecho, hay que entenderlo) y llego a casa, al llegar me tiro al suelo para descansar es entonces cuando si alguien me viese no entendería cómo alguien que está tirado en el suelo en la puerta de su casa con la bici al lado y con signos de auténtico cansancio puede tener la mirada perdida y una sonrisa en la boca y lo peor de todo es que si viese dentro de mi cabeza tan solo vería la siguiente pregunta: ¿y dónde me voy mañana?.
Al final es una ruta sencilla pero dura por la longitud de la misma, un IBP de 94 y un ascenso acumulado de 552 metros
El track aquí.

martes, 3 de agosto de 2010

"Autopista" de Xest- reconociendo zonas

Ayer me picó el gusanillo de la nostalgia y he decidido hacer una ruta que hace mucho tiempo que no hacía, así que, a recorrer el camí, ejem, la autopista de Xest.
Recupero poco a poco sensanciones y a pesar de que un loco me adelante como si le persiguiera un perro (tengo escusa, sólo llevaba 5 km), me he encontrado bien y además mi amigo el solete parece que haría acto de presencia.
Llegado al final del camí saco algunas fotos de lo que en algún momento fue una construcción que alguna utilizadad tendría, seguro y me dispongo a volver sin saber aún por dónde meterme.

Llegado a una vaguada, giro hacia la izquierda, ya que es un camino que siempre he querido seguir y a medida que avanzo por él adivino cual puede ser su destino que no es otro que la carretera que une Xest con Villamarchante.

Descubro que está bordeada por un caminillo al margen que me permite seguir disfrutando del polvo y las piedras a una velocidad considerable.
El camino llega un momento que se separa de la carretera y se dirige hacia Monte Horquera y allí me dirijo, subiendo hasta la base de les antenes que hoy no subiré, me lanzo al vertiginoso descenso que me conduce hasta la zona que han habilitado para el recreo.

Me dirijo hacia la base del pico del águila y es en la subida donde a buen ritmo cojo a otro bikero y mi orgullo machacado en el kilómetro 5 es restablecido de nuevo (qué le vamos a hacer), de ahí a mi casa queda poco más que seguir dando pedales sin más.
Track aquí.
Al final un IBP de 33 y un desnivel acumulado de 358 metros.

sábado, 31 de julio de 2010

Loriguilla- "pujaeta del frare"

Me dispongo a hacer una rutita corta con el fin de recordar viejos tiempos en los que hacía recorridos por estos parajes con mi antigüa bici, tiempos en los que no existía GPS y tan sólo me dedicaba a recorrer los caminos que salían a mi encuentro, de esta forma es como he conocido gran parte de los caminos que recorro habitualmente. ¡Qué tiempos aquellos!.
Tras cruzar la carretera que une Ribarroja con Loriguilla entro en una zona de chaletillos y del bienvenido no asfalto, casi todo el trayecto es una ligerísima cuesta hacia arriba con alguna que otra bajada que los últimos pinchazos me hacen tomar con calma.

Ya en Loriguilla me sorprende la ausencia de sonido y de gente en las calles hasta que me doy cuenta que que son las 9:30 a.m. de un sábado del último días de julio, así normal...
Callejeo y descubro verdaderas CASAS que no se en desde la carretera, desde la cual sólo se ven casitas blancas y poco más, a mi izquierda se levanta espectante el monte de Calicanto, pero hoy no es el día de hacerle una visita, ya habrá tiempo más adelante.

Hecha la vuelta de rigor me decido a volver por otro camino, así que me dirijo por una carretera muy se
cundaria dirección Cheste con la idea de buscar el cami de Xest que me lleve de vuelta a casa.

Cojo la subida hacia el pouet tapat, siempre es una subida entretenida ya que si la haces a buen ritmo puede hacerte daño, nunca me ha dejado indiferente esta subida, la primera vez que la subí con la peña lo hice como una moto ya que iba de charreta en la cola del pelotón y cuando me puse a apretar empecé a pasar gente y estube a punto de "coronar" primero, la otra vez que la subí, lo hice con messie mazó (como dice Perico) encima de mí y lo cierto es que me costó horrores llegar al final.

Una vez en el pouet tapat y ya decidido que iba a subir al frare, me encamino hacia el camí de Xest y me encuentro con una autopista asfaltada donde antes sólo habían piedras y arena.

Así que con nostalgia en el corazón y furia en las piernas tomo el supuesto trozo que nos han dejado a los amigos de las dos ruedas y me dirijo hacia la traca final.
Quien no conozca esta subida, si ve los datos de altura y longitud (sólo 1,1 km) pensará que estoy bromeando cuando digo que cada vez que decido subirla tiemblo (pero sólo un poquito eh).

Pero si te paras a ver los datos de porcentaje, cambia la cosa, mi Garmin no lleva el pedalímetro ese así que los datos de porcentaje no son muy fiables, pero la subida está formadas por dos megasubidas, la primera de las cuales ronda el 20% y en la segunda cuando he visto el 25% creo que he perdido el conociemiento si es que alguna vez lo he tenido, es de entender que en los "descansillos" al 10%, te parece que estés llaneando, finalmente y como todo lo que cuesta es por algo.

Llego hasta donde me deja el camino y me deleito con la vista de las Rodanas y de la "autopista "de Xest (pfjuagjjsd).


Me dispongo a bajar y no se si me da más miedo que subir, recordándome que la próxima vez que suba ésto (borracho por supuesto) me traiga un pico o algo así, cierto es que las lluvias de este invierno han dejado el camino un poco mejor ya que antes era todo grava suelta.
Satisfecho con la pequeña rutita de hoy, me dedico a saludar a los conejos que salen a mi camino (dicen que este año hay muchos y doy fe de ello) y vuelvo para casa.
Al final una ruta con un IBP de 31 y un desnivel acumulado de 332
Track aquí

La Vallesa

Tenía ganas de ver ese paraje que habísa visto en fotos y sabía que estaba al lado de casa, así que siguiendo un track que me bajé y variando la ruta una vez visto el paraje, me dipongo a hacer la ruta.
Bajo de casa hasta llegar al parque fluvial del Turia, el cual piso tan solo 500 metros y me desvío entre campos de naranjos hasta llegar al apeadero del metro no sin antes antravesar un puente en ruínas que tien pinta de ser un pequeño acueducto que llevaba agua a las acequias circundantes.

Poco a poco me voy acercando a la zona de entrepins, una vez dentro de ella me sorprendo recorriendo uno de los caminos que suelo hacer por esta zona, lo cierto es que parece mentira que haya pasado tantas veces por este sitio y no haya visitado la zona, aunque al ver hacia donde me dirige el track lo comprendo mejor, todo el terreno está vallado, ¿he dicho todo?, bueno hay una apertura al lado de una puerta que me permite pasar sin bajar de la amiga.
Pronto empiezo a ver que el paisaje cambia, de pinos paso a árboles más frondosos, la vegetación empieza a cerrarse sobre mí y sólo oigo el ruido de mi respiración y el sonido de los pájaros, ranas, y otro tipo de animales que no llego a distinguir (casi que mejor).

Finalmente me encuentro cara a cara con la famosa Vallesa, si te olvidas de que es un estanque artificial y sólo ves el agua que te rodea y la vegetación que lo cubre, lo cierto es que es un paraje espectacular, digno de las selvas más frondosas, me adentro un poco por la linde del estanque formada por bloques de ormigón y hago algunas fotillos para el recuerdo.

Recojo a  mi amiga de dos ruedas y me dispongo a volver por otro caminio, aunque antes me paro para visitar lo que parece ser un puente medio derruido que lleva o se lleva agua en su interior. Parado en medio del puente mirando abajo no paro de ver verde por todos lados, será una ruta cortita y fácil, pero sólo por las vistas vale la pena disfrutarla.




Por el camino que escojo para volver, ya sin el Garmin dando instrucciones (chico, la aventura es la aventura), me acerco a la torre forestal (al fin se cómo ir), a la que no me acerco por miedo a que me digan algo por el tema de haber "saltado la valla", así que salgo de nuevo a entrepins y vuelvo sin más a casita con el verde en el recuerdo.

El resultado final es una rutilla con un IBP de 23 y un desnivel acumulado de 150 metros.
El track aquí.

sábado, 29 de mayo de 2010

Entrepins 3.0

Bueno después de una larga ausencia, me dispongo a volver a retomar el blog.
El paseo de hoy transcurre por la zona de entrepins, es un camino corto, pero tiene vistas muy bonitas.
Empiezo mi vueltecilla por el parque fluvial del Turia, dirección hacia Valencia.
En la zona de la presa hay una zona que me gusta especialmente, tiene unos 100 metros en los que los árboles cubren con su sombra el camino.

Una vez hemos llegado a la zona en la que se "alquilan bicicletas", cachondos algún días pondré la foto, nos desviamos y como siempre empiezo a coger caminos y caminos por la zona de entrepins.

Hoy he consegiudo llegar a una zona que descubrí hace poco más de mil años, es una especie de balcón desde donde se puede ver la presa, el parque fluvial y la zona que han habilitado como merendero.

 Desde este balcón no solo podemos ver el río sino la cantidad de caminos que nos queda por rodar en esta pequeña zona de arboleda.

En definitica es un paseo plácido y no muy duro, con alguna zona bastante técnica y buenas vistas. Posee un IBP de 24.

 

Enlace del track aquí.

viernes, 30 de abril de 2010

Fuente del Enebro

Cuando llegué a la peña este domingo, despues de muchos meses sin aparecer, la sorpresa que me llevé fue bastante grande, firmé en el puesto 50, y no sólo eso, en la salida éramos cerca de 40 tíos que íbamos a hacer una rutita por la montaña.
La cara de la gente que se cruzaba con nosotros era espectacular, de repente un pelotón de 40 tíos que se dirigen a toda velocidad hacia tí, lo cierto es que debe asustar, la gente se debía preguntar ¿dónde está la carrera?.
En fín, volviendo a lo que interesa, nos metimos por la zona de Porxinos buscando Villamarxant y como suele suceder en estas rutas, antes de llegar a Villamarxant nos desviamos para encontrarnos con la Llomaina y dirigirnos hacia el corral del Portillo, en cabeza de pelotón se rodaba a una velocidad endiablada, maquinamos el poder poner un par de piedras en los bolsillos de alguno que otro, cuando alguien gritó "¡pinchazo!", se escucho un "¡ya era hora!", este parón nos ha servido para tomar algo de aire y comer un poco ya que como no se adonde me lleban, como se suele decir "lo que va davant, va davant".

Con fuerzas renovadas y con ganas de encontrarnos ya con nuestros queridos caminos pedregosos que tiran para arriba, emprendemos la marcha buscando la carretera que va de Xiva a Pedralba y nos tiene que llevar a la entrada de Fuente Viñas, una vez en ésta, el ascenso, como siempre, tendido al principio y un poco más duro al final, pero sin problemas excesivos.
De nuevo parón para poder disfrutar del frescor que nos brinda la fuente y decirdir el resto de la ruta, unos nos quedaremos en Fuente del Enebro, otros (preparando la marcha especial) seguirán hasta el Cuco y más allá.

Emprendemos un rápido descenso que nos lleva a una zona de subidas y bajadas (siempre cuesta que las piernas vuelvan a entrar en calor tras una paradita) y vamos a ir a parar a una zona que recuerdo de una anterior incursión que hice hace muchos años por la sierra de Xiva.

 Es una zona que parece una meseta llena de almendros, la pasamos y empezamos la ascensión al Enebro, no sin antes despedirnos de la gran mayoría que subirán cotas mayores.

No es una subida excesivamente dura, llena de paisajes espectaculares y cruzando algún que otro barranco encharcado que nos va refrescando las piernas, alguna zonilla llega al 11% pero no hay nada que no se pueda subir con los dientes apretados.


Una vez en nuestra meta, bebemos agua, disfrutamos de las vistas y miro con cierta envidia sana a los que siguen su trayecto hacia arriba (es lo que tiene la falta de tiempo).

Ahora que hemos sufrido un poquito, vamos a disfrutar y emprendemos un descenso endiablado que nos llevará al camí de Xest, que si no se remedia pasará a convertirse en breve en algo intransitable para las bicis y en una autopista para los coches... (dicen que es el progreso).
Con la sensación de estar bien y las ganas de hacer el ascenso al Cuco, guardo a mi amiguita en el garaje y me despido de ella hasta la próxima. Una ruta larga de 72 km. con un IBP de  75 y  898 metros de ascenso acumulado.
El track aquí.

sábado, 24 de abril de 2010

Font del poll-Mirador de l'abella

Comenzamos la ruta desde la base donde empiezan todas mis rutas de la Calderona, la urbanización de la Torre de la Calderona, esta vez no hago la ruta solo, la comparto con Nach, y eso hace más amena la pedalada.
¿Qué tendrá la Calderona que siempre me quedo con ganas de volver?.
Por cierto después de tres salidas consecutivas destrozando la bici he conseguido acabar el paseillo sin romper nada.
Bueno pues emprendemos la subida por el camino hacia Revalsadors, como otras muchas vece, es un camino cuya única exigencia es la de pedalear, cada uno al ritmo que pueda y que excepto en contadas ocasiones, se mantiene entre un 6 y un 7%.
El camino nos ofrece numerosas vistas de las de dejarse ir con la mirada fija en el infinito, pero nos sobreponemos a ello y continuamos pedaleando siempre hacia arriba, sabemos que hasta la font del poll son 15 km. y no pararemos mas que una vez para poder admirar el paisaje.


Una vez en la font del poll, nos queda saber hacia dónde dirigirnos, el tiempo apremia así que dejamos la subida al Trintany para otra ocasión y decidimos pasarnos por el mirador de l'abella.
La bajada, como siempre, de locura, no sin una mínima dosis de cordura que impide que cojamos velocidades excesivas..
Cojemos el desvío hacia el mirador de l'abella y es ahora cuando de vuelta a la subida, corta pero intensa, nos acordamos de que tenemos dos lindas piernas que se quejan por el esfuerzo al que las exigimos, ya se habían acostumbrado las pobres a bajar.
Pasamos por al lado de la font de l'abella y tan solo la miramos, ya que en nuestro punto de mira tenemos localizado el mirador y hacia allá nos encaminan nuestros pedales.

Una vez en el mirador intentamos adivinar lo que ven nuestros ojos, creo disitinguir, el poblado íbero del puntal dels llops, que visité no hace mucho, y creemos ver una loma que subimos hace mucho, mucho tiempo, cuando lo del GPS era una anécdota y las rutas se planificaban sobre el mapa.
 
Pero el reloj nos despierta de nuestro sopor y nos obliga a emprender la bajada, no tenemos tiempo ni de saludar al aljibe que marca el inicio de la subida al mirador, tampoco tenemos tiempo de admirar la liebre que se nos cruza por el camino, lo cierto es que llegamos al coche en un plis, con la satisfacción del paseo realizado y con ganas, como siempre, de volver.
Al final una ruta con un IBP de 43 y un desnivel acumulado de 643 metros. 
El track aquí.

lunes, 5 de abril de 2010

Edeta

Sigo con mis rutas históricas y hoy me decido por ir a ver el castillo de Benisanó, para luego ir a San miguel de Lliria y pasar por la Ermita de Benaguacil, ni idea tenía la sorpresa que me deparaba el paseo, lleno de asfalto, pero paseo al fin y al cabo.

Parto hacia Benisanó por caminos de naranjos y a la altura de Benaguacil me encuentro con uno de sus molinos.
Tras callejear un poco me encuentro con el castillo que como no paso a describir un poco, para que luego no se diga que internet no enseña:
"El castillo fué conquistado a los árabes, pero ampliado y modificado después de la conquista de Valencia por parte del rey Jaime I. El castillo-palacio de Benisanó se transformó en residencia nobiliaria, y adquirió todo su esplendor a lo largo de los siglos XV y XVI, con las familias Cavanilles-Villarrasa. 
En el Llibre del Repartiment de Jaime I, aparece una donación efectuada al navarro Pedro Iñiguez de Diacastello, Procurador del Infante D.Pedro, que consta de una torre con sus edificaciones que se llama Benizano. Fecha 1 de noviembre de 1249.
En 1277 el rey Pedro I, concede la alqueria de Benisano a Juan de Proxita, Gran Canciller del Reino y Presidente de sus Consejos. Son su linaje los segundos señores de Benisano, hasta la llegada de la familia Cavanilles-Villarrasa.
Es comprado en el año 1477, por doña Isabel, esposa de D.Luis de Cavanilles, cuando el rey D.Juan de Navarra concede a D.Luis la juridiscción de Benisanó. Es en la segunda mitad del siglo XV cuando se erige el castillo tal y como hoy lo conocemos en la actualidad (sin olvidar las posteriores reformas). Él es el primer señor del linaje de los Cavanilles-Villarrasa en Benisanó.
Fué el hijo de Luis de Cavanilles, don Jerónimo de Cavanilles-Villarrasa quien trasladó al rey de Francia, Francisco I, prisionero al castillo de Benisanó, por petición directa del emperador Carlos I, despues de la derrota de los franceses en la batalla de Pavía en 1525. Este es uno de los episodios más conocidos de la historia de este castillo. Aquí estuvo durante dieciocho dias antes de ser trasladado a Madrid"
.Fuente.

 Una vez visto el castillo, que por cierto abre los domingos, me dirijo hacia Lliria, y me dispongo a subir a San Miguel, ¡Madre mía!,  ¿Pero que no había ascensores en esos tiempos?, nada, a subir rampas de un 19% en algunos puntos, pero al final, misión cumplida.

Una vez arriba me pongo a ver el paisaje y veo un panel que dice algo sobre un poblado íbero, así que lo sigo y me encuentro con la famosa Edeta, así que os cuento un poquito de su historia, para variar:
"El Tossal de Sant Miquel (Llíria), excavado entre los años 1933 y 1953, es conocido sobre todo por su colección de vasos decorados del llamado estilo narrativo de Llíria-Oliva y por los textos escritos que acompañan estas decoraciones, constituyendo el mayor archivo epigráfico ibérico conocido.
El yacimiento ha sido identificado con la antigua Edeta a partir de las citas de algunos autores clásicos como Claudio Ptolomeo. Su relevancia reside no sólo en la extraordinaria calidad y excepcionalidad de sus conjuntos materiales, entre los que destacan los vasos con decoraciones figuradas únicas, sino también en la relación que estableció con otros asentamientos del entorno.
Así, desde finales del siglo V a.C. Edeta ejerció el control político y económico de un amplio territorio en el que se diseminaban aldeas y caseríos dedicados a la explotación de los recursos agrícolas y ganaderos, como la Monravana (Llíria), el Castellet de Bernabé o la Seña (Villar del Arzobispo). Este espacio quedaba delimitado por una red defensiva de fortines situados en la Sierra Calderona, como el Puntal dels Llops (Olocau), que mantenían relaciones visuales entre ellos y la ciudad.
" Fuente
Impresionado por lo que acabo de ver, descubro un carril bici que me lleva a Benaguacil y ya que estoy subo a buen ritmo la ermita, es la típica subida de curvas cerradas y empinadas, pero con una inclinación de las que invitan a dar con fuerza, desde allí la panorámica que se descubre es todo un espectáculo de contrastes entre campos de naranjos, huertas y pueblos...
Track aquí.