sábado, 31 de julio de 2010

Loriguilla- "pujaeta del frare"

Me dispongo a hacer una rutita corta con el fin de recordar viejos tiempos en los que hacía recorridos por estos parajes con mi antigüa bici, tiempos en los que no existía GPS y tan sólo me dedicaba a recorrer los caminos que salían a mi encuentro, de esta forma es como he conocido gran parte de los caminos que recorro habitualmente. ¡Qué tiempos aquellos!.
Tras cruzar la carretera que une Ribarroja con Loriguilla entro en una zona de chaletillos y del bienvenido no asfalto, casi todo el trayecto es una ligerísima cuesta hacia arriba con alguna que otra bajada que los últimos pinchazos me hacen tomar con calma.

Ya en Loriguilla me sorprende la ausencia de sonido y de gente en las calles hasta que me doy cuenta que que son las 9:30 a.m. de un sábado del último días de julio, así normal...
Callejeo y descubro verdaderas CASAS que no se en desde la carretera, desde la cual sólo se ven casitas blancas y poco más, a mi izquierda se levanta espectante el monte de Calicanto, pero hoy no es el día de hacerle una visita, ya habrá tiempo más adelante.

Hecha la vuelta de rigor me decido a volver por otro camino, así que me dirijo por una carretera muy se
cundaria dirección Cheste con la idea de buscar el cami de Xest que me lleve de vuelta a casa.

Cojo la subida hacia el pouet tapat, siempre es una subida entretenida ya que si la haces a buen ritmo puede hacerte daño, nunca me ha dejado indiferente esta subida, la primera vez que la subí con la peña lo hice como una moto ya que iba de charreta en la cola del pelotón y cuando me puse a apretar empecé a pasar gente y estube a punto de "coronar" primero, la otra vez que la subí, lo hice con messie mazó (como dice Perico) encima de mí y lo cierto es que me costó horrores llegar al final.

Una vez en el pouet tapat y ya decidido que iba a subir al frare, me encamino hacia el camí de Xest y me encuentro con una autopista asfaltada donde antes sólo habían piedras y arena.

Así que con nostalgia en el corazón y furia en las piernas tomo el supuesto trozo que nos han dejado a los amigos de las dos ruedas y me dirijo hacia la traca final.
Quien no conozca esta subida, si ve los datos de altura y longitud (sólo 1,1 km) pensará que estoy bromeando cuando digo que cada vez que decido subirla tiemblo (pero sólo un poquito eh).

Pero si te paras a ver los datos de porcentaje, cambia la cosa, mi Garmin no lleva el pedalímetro ese así que los datos de porcentaje no son muy fiables, pero la subida está formadas por dos megasubidas, la primera de las cuales ronda el 20% y en la segunda cuando he visto el 25% creo que he perdido el conociemiento si es que alguna vez lo he tenido, es de entender que en los "descansillos" al 10%, te parece que estés llaneando, finalmente y como todo lo que cuesta es por algo.

Llego hasta donde me deja el camino y me deleito con la vista de las Rodanas y de la "autopista "de Xest (pfjuagjjsd).


Me dispongo a bajar y no se si me da más miedo que subir, recordándome que la próxima vez que suba ésto (borracho por supuesto) me traiga un pico o algo así, cierto es que las lluvias de este invierno han dejado el camino un poco mejor ya que antes era todo grava suelta.
Satisfecho con la pequeña rutita de hoy, me dedico a saludar a los conejos que salen a mi camino (dicen que este año hay muchos y doy fe de ello) y vuelvo para casa.
Al final una ruta con un IBP de 31 y un desnivel acumulado de 332
Track aquí

No hay comentarios:

Publicar un comentario